Estas imágenes descubiertas en un teléfono móvil entre los restos de un helicóptero del Gobierno sirio demuestran que los soldados de Al Assad lanzan bombas de barril desde el aire de forma indiscriminada y tira por tierra la negativa a reconocerlo del propio Al Assad. Según Amnistía Internacional este tipo de explosivos lanzados desde el aire mataron el año pasado a más de 3.000 civiles en la ciudad de Alepo.