Situación caótica la que se ha vivido en el aeropuerto de Los Ángeles. Un agente de seguridad y un policía apuntan con una pistola a un hombre que se encuentra en el suelo y desarmado. Su delito: negarse a colaborar con funcionarios de Seguridad del Transporte del aeropuerto. Tras perseguirle a lo largo del aeropuerto, los agentes lo inmovilizan aplicándole una descarga de táser cuando el sospechoso ya se encontraba reducido en el suelo. El detenido ha sido hospitalizado por las lesiones producidas durante la detención y podría enfrentarse a cargos por traspasar ilegalmente una zona restringida. Las autoridades por su parte van a abrir una investigación para determinar si los agentes se excedieron en el uso de la fuerza.