Esposado, con las manos en la espalda, camina uno de los 80 detenidos en las últimas manifestaciones que se están sucediendo como un goteo creciente desde Baltimore como reflejo de la tensión entre policía y ciudadanos. Las protestas por la lucha racial pisan la calle y se escuchan a los cuatro vientos. En Baltimore, con fuerza y rabia, el slogan tiene rima. De noche y de día lucharemos por Freddy Gray.