El terror yihadista ha sacudido un Túnez todavía conmocionado, pero la indignación ha desplazado al miedo. Con los restos de la matanza muy presentes, decenas de personas plantan cara al terrorismo y lanzan un mensaje a los extremistas: Túnez nunca morirá. Flores y velas en recuerdo de las 23 víctimas del sinsentido.