Algunos refugiados abandonan las escuelas de la ONU ante el anuncio de una nueva tregua de 72 horas entre Hamás e Israel. Con cierta desconfianza, esperan que esta vez se cumpla el alto el fuego, y puedan volver a sus casas y comercios para evaluar los daños. A su vez, las tropas del Ejército israelí comienzan a desplegarse al otro lado de la frontera, aunque los carros de combate y la aviación se mantienen alerta.