Los servicios de emergencia trabajan entre los escombros. Entre lo que queda de los edificios derrumbados por el seísmo. Tratan de localizar a más supervivientes, y el tiempo corre en contra. Porque los 6,5 grados en la escala de Ritcher han causado estragos en Yunnan, al suroeste de China. Localizar a las víctimas no es fácil y trasladar a los heridos tampoco.