Cae la noche y se ilumina el cielo con unas bombas que están desangrando a Gaza. Prosigue la ofensiva. El Ejército israelí no se detendrá hasta que destruya todos los túneles y desarme a las milicias terroristas. Pasan los días y los cadáveres se amontonan entre los escombros. Ya no queda ningún sitio en Gaza para la paz. Un misil ha impactado en una casa mientras celebraban el iftar después de una jornada de ayuno del Ramadán.