Los habitantes de la isla de Cebú están demasiado asustados como para volver a sus casas y por eso han decidido coger lo imprescindible y acampar en parques al aire libre. Las sucesivas réplicas del terremoto de 7,2 grados que ha hecho temblar el centro de Filipinas, los tiene atemorizados.Los sanitarios han decidido trasladar a los heridos y las camillas ocupan unos improvisados hospitales de campaña. En esta isla más de 300.000 familias han resultado afectadas. El seísmo ha provocado deslizamientos de tierra y ha dañado muchas infraestructuras, entre ellas dos iglesias, como la la Basílica Menor del Santo Niño del siglo XVI.