Nada de papamovil blindado. En la era del nuevo pontífice, mejor un jeep descubierto sin cristales ni otras barreras entre él y la multitud. Cercanía y menos protocolo. El papa Francisco incluso se ha bajado del vehículo para besar a un joven discapacitado. Todo para acercar de nuevo la iglesia a los fieles. Unos doscientos mil han abarrotado la plaza de San Pedro para la ceremonia que marca el inicio de su pontificado. En el altar ha recibido los dos símbolos de su poder: el palio, la estola con tres cruces rojas, y el anillo del pescador, de plata dorada y no oro como marca la tradición.