Irene ya está aquí. El huracán ha tocado tierra en Carolina del Norte, uno de los cinco estados de la costa este en situación de emergencia. Aunque su fuerza se ha rebajado a categoría 1, sus vientos cercanos a los 140 kilómetros por hora ya han provocado los primeros destrozos, dejando, además, sin electricidad a 200.000 ciudadanos.