Cuatro semanas después de los atentados de noruega los familiares de los fallecidos visitan por primera vez la isla de Utoya. Han llegado hasta allí en un barco militar. Un dispositivo de policías, médicos y psicólogos les han acompañado en el duro trance de pisar el suelo donde murieron 69 de las 77 víctimas de los atentados.