El presidente estadounidense, Barack Obama, fue recibido el martes con una salva de 41 disparos en el palacio de Buckingham, en el inicio de una visita de dos días destinada a afianzar la relación "especial" entre Estados Unidos y Reino Unido. La familia real, que recientemente cautivó al mundo con la boda del príncipe Guillermo con Kate Middleton, dio a Obama y a su esposa Michelle una muestra de pompa y boato palaciego. Un cañón ceremonial sonó 41 veces mientras la reina Isabel, su marido, el príncipe Felipe; y el príncipe Carlos y su esposa Camila, escoltaban a los Obama en la terraza occidental del palacio para una visita meramente ceremonial. Obama está en la segunda parada de una gira europea por cuatro países europeos, tras visitar Irlanda el lunes. Después, tiene previsto acudir a la cumbre del Grupo de los Ocho en Deauville, Francia, el jueves y terminará la semana en Polonia.