El agua ya no es incolora en Roma. Graziano Cecchini, artista italiano cuyo nombre saltó a los medios en 2007 por haber pintado de rojo el agua de la mítica Fontana de Trevi, ha repetido su experiencia. En esta ocasión ha elegido los tres colores de la bandera italiana -rojo, blanco y verde- para 'teñir' las aguas de la fuente Naiadi, cerca de la estación Termini. La mezcla de las tres tonalidades ha dado como resultado un color parecido al rosa. Pero esta obra de arte no ha gustado a las fuerzas del orden, que han detenido a su autor. Según Cecchini, esta iniciativa ha sido un intento de llamar la atención de los políticos sobre el decadente estado de los monumentos en el país.