El pánico nuclear ha dejado prácticamente vacías las calles de Tokio, donde los niveles de radiación se ha disparado este miércoles diez veces por encima del nivel habitual. El temor cunde entre los 33 millones de vecinos de la ciudad, que se han encerrado en sus casas, siguiendo la recomendación de las autoridades niponas. Mientras, a más de 300 kilómetros al norte, nuevas explosiones se suceden en la central nuclear de Fukushima