Carla Bruni ha sido el centro de atención de las primeras damas europeas. Ha ejercido como anfitriona en la Cumbre del G-8 que comienza este jueves en Deauville (Normandía). Su evidente embarazo, que no ha sido confirmado oficialmente por El Elíseo, ha sido objeto de gestos cariñosos de las esposas de los mandatarios. La primera dama francesa ha dado la bienvenida a su homóloga canadiense, Laureen Harper, a su homóloga rusa, Svetlana Medvedeva, y a las esposas del presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, y del presidente permanente de la UE, Herman Van Rompuy, Maria Sousa y Geertrui Windels.

Las esposas de los líderes mundiales han comido juntas y han participado en una sesión de trabajo sobre el analfabetismo.