El reto energético y el demográfico son las prioridades del Gobierno de Canarias para los próximos cuatro años, en el primer caso por el riesgo de un apagón eléctrico general ante la imposibilidad de invertir en nuevos equipos generadores y en el segundo por el envejecimiento de la población, los efectos de las migraciones y la brecha cada vez mayor en el número de habitantes entre las islas capitalinas y las menos turísticas.