Los sindicatos de los estibadores han desconvocado los dos primeros días de huelga previstos: el lunes y el miércoles próximos. El jueves, el Congreso tiene que votar el decreto que liberaliza el sector de la estiba y, por ahora, el Gobierno está solo. No cuenta el apoyo de ningún grupo parlamentario para sacar adelante la reforma. Los estibadores están jugando esa baza, la del aislamiento del Ejecutivo, para presionar a Fomento.