Es el viento más temido en la provincia de Cádiz. El levante lleva más de un mes instalado aquí y a excepción de algunos días, este fenómeno meteorológico está impidiendo a muchos visitantes y gaditanos disfrutar de unas vacaciones apacibles en la playa. Esto se refleja en la hostelería. Sobre todo lo sufren los chiringuitos, que han notado un grave descenso en sus ingresos.