A la carrera y tratando de ocultar su rostro, los ultras detenidos por la reyerta mortal del pasado domingo junto al Vicente Calderón, recibían los aplausos de otros radicales a las puertas de los juzgados. La instructora del caso les ha dejado en libertad con cargos. A los 21 les imputa el delito de "riña tumultuaria", con la obligación de presentarse dos veces al mes en el juzgado. La jueza no ha aceptado la petición del fiscal de prohibirles acercarse a menos de dos kilómetros del estadio, ni la de prisión sin fianza para dos de los detenidos del Frente Atlético y para siete de los ultras de Riazor Blues.