La mujer y los hijos del que fuera entrenador del FC Barcelona, Tito Vilanova, visiblemente emocionados, entraban en la catedral. El hijo ha sido el encargado de llevar las cenizas de su padre y colocarlas junto al altar. La catedral de Barcelona se ha llenado para despedir a Tito. Estaban los familiares, toda la plantilla del Barça y personalidades políticas. Además, se han habilitado unas 300 plazas para ciudadanos anónimos que han estado todo el día haciendo cola para coger sitio. Los que no han podido entrar han seguido desde fuera la ceremonia a través de dos pantallas gigantes. Había emoción entre los aficionados que hoy se despedían de Tito Vilanova hasta siempre.