Es una de las pruebas de resistencia más emblemáticas y reúne a participantes de medio mundo, y éso que no tiene premio en metálico, tan solo se hace con fines benéficos. Se disputa en Reino Unido desde 1986 y este año a reunido a cerca de cinco mil compatidores. Se trata de 13 infernales kilómetros donde hay que atravesar desde campos ardiendo, a aguas literalmente congeladas. El ganador este año, por tercer año consecutivo, ha sido un joven alemán e 29 años.