El Mundial de Brasil 2014 tendrá a un armadillo azul y amarillo como mascota, que fue bautizado oficialmente como Fuleco. Se trata de una animal autóctono, índigena del país, en peligro de extinción. Natural del noroeste del país, está amenazado por la destrucción de su medio ambiente natural. A pesar de que el nombre fue elegido por votación popular, son miles de brasileños los que ya han mostrado su rechazo, y han pedido el cambio.