Acostumbrados a los dardos envenenados que se cruzaban Guardiola y Mourinho, una vez que se ha marchado el técnico de Santpedor, parece que las relaciones entre Real Madrid y FC Barcelona vuelven a la calma. Buena prueba de ello es el tono amable que mostraron José Mourinho y Tito Vilanova en la sala de prensa. Primero el portugués reconoció que el buen juego de los azulgranas en la primera parte les había obligado a los suyos a defenderse sin tener apenas opciones de salir con el balón jugado.