El Día del Libro nos ayuda a recordar que no todas las personas pueden acceder por igual al placer de la lectura. Para hacer que los textos sean más fáciles de leer y de comprender, la organización FEAPS reivindica el uso extensivo de la llamada “lectura fácil”, que consiste en hacer oraciones sencillas, con verbos claros, sin paráfrisis, fácilmente visibles y con tipografía legible.