Mario y Olivia siempre han sido escépticos en el amor. La noche en la que acaban de romper con sus respectivas parejas se conocen y una atracción inevitable les atropella. Él es un monologuista que comienza a tener éxito y ella una actriz de teatro que sobrevive como camarera. Cuando encuentran un gatito callejero deciden irse a vivir juntos para darle un hogar. Lo bautizan como Schrödinger , pero solo atiende cuando le llaman Miamor. Son felices, pero incrédulos con el amor que sienten y un día se plantean qué ocurriría con Miamor en caso de que rompieran, y la decisión provoca que terminen rompiendo. Miamor, harto de discusiones, se escapa. Desesperados, ponen carteles por todo el barrio con el reclamo "Miamor perdido".