Una madrugada del siglo XV, un carruaje se detiene en el monasterio de San Lorenzo. Un ilustre y noble anciano llamado Climent de Vallcebre llega a la comunidad benedictina para pasar sus últimos días de vida en compañía de un viejo amigo, el abad Ponç. Allí las aventuras de Otger Cataló son transmitidas oralmente por parte de Climent a un monje llamado Pedro Tomic. Estos hechos, aparecidos en la obra Històries e conquestes dels Reys de Aragó e Comtes de Barcelona, son el primer referente escrito sobre la leyenda de Otger Cataló, un caballero godo que en el siglo VIII llegó a tierras catalanas a curarse en una cueva de las heridas de una batalla con los sarracenos. Paralelamente, se descubren las historias de los nueve caballeros que se reunieron y conjuraron con él para luchar por la tierra que los había visto nacer.