Rose invita a su novio Chris a pasar un fin de semana en la casa de campo de sus padres, para que el chico conozca a sus futuros suegros. Al principio, Chris piensa que el comportamiento extraño de los padres de la chica se debe al color de su piel, pero a medida que pasan las horas, una serie de descubrimientos cada vez más inquietantes le llevan a averiguar una verdad mucho más siniestra de lo que podía imaginar.