El señor Henri es un viejo gruñón ya jubilado que vive en su apartamento de París. Aunque es feliz viviendo solo, su delicada salud hace que el día a día sea cada vez más difícil. En contra de su voluntad, su hijo Paul le convence para alquilar una de sus habitaciones vacías a Constance, una joven estudiante llena de vitalidad. Pero en lugar de sentirse agradecido por la compañía de la recién llegada, Henri utiliza a Constance para sembrar el caos dentro de la familia.