Larry es un ferviente cristiano evangélico que se gana la vida trabajando como mozo de mudanzas, aunque en realidad le gustaría convertirse en actor profesional de anuncios publicitarios. Su vida es una solitaria y eterna rutina plagada de traslados en casas ajenas, discusiones con su jefe y continuos castings, a la espera de una gran oportunidad que parece no llegar nunca. Pero su suerte cambia el día que conoce a Alexander; sin embargo, el cambio no es a mejor, pues las cosas comenzan a torcerse cada vez más.