Para Jay, de 19 aos, el otoo debera consistir en ir a la escuela, salir con chicos y pasar los fines de semana en el lago. Sin embargo, tras un encuentro sexual aparentemente inocente, empieza a tener visiones horribles. No consigue librarse de la sensacin de que alguien o algo le persigue. A medida que la amenaza crece, Jay y sus amigos deben escapar de alguna manera del terror que les sigue los pasos.