Cebados por la ambición, Nick, Dale y Kurt deciden ser sus propios jefes lanzando su propio negocio. Sin embargo, un inversor muy listillo echa a perder sus planes. Vencidos, desesperados y sin recursos legales, los tres aspirantes a empresarios traman un plan insensato para secuestrar al hijo adulto del inversor y pedir un rescate por él para recuperar el control de su empresa.