Síguenos en redes sociales:

This browser does not support the video element.

César debe morir

Acaba de terminar la representación de Julio César, de Shakespeare, en el teatro de la cárcel Rebibbia de Roma. El público aplaude entusiasmado, las luces se apagan y los actores vuelven a su condición de presos camino de las celdas. Seis meses antes, el director de la cárcel y un director de teatro explicaron a los presos un nuevo proyecto que consistía en la escenificación de la obra Julio César en la cárcel. El primer paso fue escoger el reparto y el segundo, estudiar el texto. El idioma universal de Shakespeare ayuda a los presos a identificarse con los personajes. Es un camino largo, difícil y plagado de ansiedad y de esperanza, sentimientos que invaden a los presos en sus celdas después de los ensayos.