La alarma saltó hace apenas unos días. Un estudio publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su portal digital pedía "el cese de comercialización y utilización, por el riesgo potencial que supone" el uso de una crema solar infantil de la marca ISDIN (te lo contábamos en este enlace). En concreto, la OCU detectó "a través de un análisis comparativo en laboratorio que la crema ISDIN Fotoprotector Pediatrics Transparent Spray SPF 50+ ofrece una protección "media" (SPF 15) y no "muy alta", como indica su etiqueta". Un estudio en el que según informa el organismo se centraron en "estudiar 17 cremas solares infantiles con factor de protección solar muy alto (SPF 50+) y con presentación en formato pulverizador ("pistola", espray, aerosol o pulverizador)".

Dicho informe generó un fuerte revuelo tanto en la compañía afectada como en los usuarios y profesionales sanitarios, que rápidamente salieron a valorar esta información. La OCU se defendió de aquellos que acusaban a la organización de tener intereses ocultos en este estudio, aunque ellos alegaron que "no gana nada". "No ganamos nada se venda en farmacia, en supermercado o en perfumería. A nosotros no nos importa cuál es el mejor, solo buscamos informar a los consumidores de cuáles son buenos productos (y 14 de los analizados efectivamente lo son). No tenemos más interés que el beneficio de los consumidores, a diferencia de nuestros detractores, que tienen unos intereses comerciales claros y evidentes", señalaban.

En una entrevista concedida a la cadena SER el consejero delegado de ISDIN Juan Naya ha reconocido que el factor de sus cremas puede no corresponderse con la protección real. "Hoy se sabe que existe variabilidad" con ese número "según como se mida en las diferentes compañías", ha declarado. "Que ese número represente de manera fidedigna la protección en condiciones reales. Pues a veces puede ser que sí y a veces que no", ha explicado (en este enlace te hablamos de la alerta sobre el efecto perjudicial que pueden tener en los usuarios las cremas solares) . En otra entrevista, Naya reconoció que todo era una polémica mediática y que en estos años "nadie se había quemado". Unas palabras a las que respondió la OCU. "Si un niño presenta una exposición solar excesiva, ¿los padres se quejarán al fabricante de la marca?, ¿de verdad?, O más bien pensarán que se han descuidado dejándolo demasiado al sol", ha preguntado (en este enlace te hablamos al alerta que emitió Sanidad de casos graves de hipercalcemia en niños y adultos por dosis excesivas de vitamina D).

Sobre este tema también se ha preocupado el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y lo ha hecho "ante una denuncia tan sensible en los momentos en que se hace próximo a periodos vacacionales, que podría generar alarma social en la población y en concreto en la infantil, como más sensible". El Colegio ha asegurado que se ha puesto en contacto con la OCU para solicitarles el informe que da soporte a las afirmaciones hechas públicas en medios de comunicación, y ha mantenido que la organización le ha negado copia del mismo "alegando que el análisis técnico es de uso interno".

También se ha pronunciado (en este enlace te contamos que Sanidad pidió a la OCU el estudio) sobre este tema la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), que ha advertido a la OCU que no tiene ni el "conocimiento científico" ni el "personal cualificado" para hablar de protección solar de las cremas solares infantiles y que sólo la Aemps puede hacerlo. Para Stanpa, el estudio elaborado por la OCU "no cumple ninguno de los requisitos de la investigación científica actual". "No indica dónde se ha realizado ni quien es el equipo investigador, ni describe la metodología seguida"; tampoco "han utilizado metodologías contrastadas" ni han tenido en cuenta "todos los métodos de experimentación necesarios para realizar conclusiones que puedan servir de guía de uso para los consumidores", ha zanjado.