El colectivo de denuncia y crítica política, social y medioambiental noincineraciontenerife fue el primero en advertir del grave riesgo para la salud y el entorno suponía la formación un humedal de aguas negras en un entorno próximo a la costa del Polígono Industrial Granadilla. Lo hizo en Semana Santa de 2012. Diez años después, la historia se repite. El crecimiento que experimenta «debido al desbordamiento y vertido de las aguas residuales» de este complejo industrial afecta ya a la playa del Medio, colindante con el Puerto de Granadilla. Un enclave utilizado por bañistas y, sobre todo, por campistas.
Se da la circunstancia de que en el Polígono Industrial Granadilla se construye una Estación Depuradora de Aguas Residuales Industriales (Edari). Este proyecto se encuentra en ejecución y la previsión es que la obra concluya durante el año en curso y que la nueva infraestructura entre en servicio en el ejercicio próximo. De hecho, es una de las acciones a las que alude el alcalde granadillero, José Domingo Regalado, cuando se le cuestiona sobre las actuaciones que resolverán el problema de los vertidos y el saneamiento en este municipio. Aclara el regidor que la depuradora del Polígono no compete al Ayuntamiento. En todo caso, «es una obra muy importante y relevante para Granadilla de Abona», decía el regidor.
Mientras, de la zona situada al Sur del Puerto de Granadilla huyen los campistas y los usuarios de la playa del Medio por «pestilente, insalubre y peligrosa», debido a la invasión de las aguas fecales que han llegado a formar este «lago maloliente», según otra definición. La proximidad de la laguna a la playa de callaos es tal que invade zona afectada por el dominio público marítimo-terrestre. «Una década después (...), ha tomado de manera ya casi permanente el frente de playa. Era curioso ver a los campistas esta Semana Santa apostarse en las lomas del entorno, pero lejos de esa zona, simplemente por pestilente, insalubre y peligrosa».
Primeros pasos
Fue el Foro Canario contra la Incineración (denominación anterior del colectivo) el que puso en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), departamento de la Guardia Civil, la existencia de este vertido de aguas insalubres en 2017. Pero su origen data de 2012. En abril de ese año, el Foro denunció y documentó (con imágenes y vídeo) que «un grupo de campistas se vio rodeado, en cuestión de minutos, por aguas residuales altamente pestilentes en el Polígono Industrial de Granadilla». Una denuncia pública que este colectivo volvió a exponer de forma pública en 2014, ante la evidencia de que se estaba formando lo que a estas alturas es un foco peligroso para la salud, según los denunciantes.
El espacio que ocupa esta laguna, lago humedal o riachuelo –tales términos se han empleado para referirse a la situación– y el tiempo transcurrido en su formación no solo ha elevado la cifra de ejemplares muertos de aves y más fauna, sino que ha germinado matorral abundante y un cañaveral.
«La obra definitiva llegará cuando finalice la depuradora de aguas residuales industriales del Polígono de Granadilla de Abona», expresó Marcos González Alonso, el concejal responsable de Servicios Generales y Medio Ambiente de Granadilla de Abona, en marzo del año 2020.
La depuradora
La sociedad que gestiona el Polígono Industrial Granadilla adjudicó a la UTE que forman Cadagua y Ferrovial Construcción, por 5.771.660 euros, la conducción de desagüe y la depuradora, que tendrá capacidad para tratar 1.120 metros cúbicos al día. Esta Edari está en construcción desde el 16 de junio de 2021 y cuenta con 18 meses de plazo para terminar su construcción, así como seis meses de prueba. Servirá para depurar las aguas procedentes de la mayor parte del Polígono Industrial Granadilla, así como las que genere la actividad del puerto situado junto a este complejo y del llamado Sector DISA, en la misma área industrial. Esa infraestructura sustituirá al pozo absorbente en uso y planteada como una solución eventual al humedal pestilente. En la misma se contempló completar la conducción de desagüe hasta el emisario submarino que se apoya en el Puerto de Granadilla.
La propiedad
La Sociedad Polígono Industrial de Granadilla S.A. es la entidad propietaria de los terrenos y la promotora de las actuaciones urbanísticas en ese ámbito. Tiene carácter público y está participada por el Cabildo de Tenerife, que posee el 40%; el Gobierno de Canarias, titular de otro 40%; por el Ayuntamiento de Granadilla de Abona, que figura con el 10%, mientras el restante 10% está en manos de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes). La superficie del Polígono asciende a 5.701.784 metros cuadrados.
