El consejero insular de Carreteras, Enrique Arriaga, confirma la mejora del paisaje de la vía que enlaza la autopista hasta la entrada de Güímar, unas «actuaciones que ayudan a recuperar los espacios que resultaron degradados por la construcción de la TF-1 y mejoran su valor ambiental al tiempo que reducen la huella de carbono asociada al mantenimiento»

La actuación aumentará la superficie de zonas verdes mediante la plantación de especies vegetales autóctonas con su propio sistema de riego, que contribuyen a su vez a la reducción de la huella de carbono en la carretera insular TF-61 y sus márgenes durante dos meses. Arriaga explica que «estas actuaciones ayudan a recuperar los espacios que resultaron degradados por la construcción de la TF-1 y mejoran su valor ambiental al tiempo que reducen la huella de carbono asociada al mantenimiento».

Según Arriaga, «para dotar estas zonas de valor ambiental y paisajístico, se utiliza la flora autóctona de la zona, teniendo en cuenta el consumo hídrico y su capacidad de absorción de dióxido de carbono para reducir la huella de carbono asociada al mantenimiento».