El Ayuntamiento de esta Villa norteña difunde una publicación gratuita que ofrece aspectos vinculados a cada bodeguero, como las variedades de uva que utiliza, la finca que cultiva y otros datos de interés. 

Los antiguos cronistas ya se referían a la comarca de Acentejo o Centejo como tierra de vinos. En este sentido, el historiador Juan Núñez de la Peña relataba en 1676: «Este lugar de Centejo (...) tiene muchas viñas». También el polígrafo José de Viera y Clavijo, en el primer tomo de Noticias de la Historia General de las Islas Canarias (1772-1773), apuntaba: «Es terreno de viñas y frutales. Dista de La Matanza media legua y 3 de La Laguna». Por su parte, el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar (1845-1850), de Pascual Madoz, refiere de La Victoria que es un lugar situado «en la costa setentrional de la isla, en el término de Acentejo y en un hermoso llano, rodeado de viñas y huertas; es de clima apacible y templado». Y dice a propósito del terreno: «aunque de secano, en general es de buena calidad, hallándose algunas plantaciones de viñedo y árboles frutales». Entre sus producciones enumera «la agricultura, la principal riqueza, y el segundo la esportacion de los frutos sobrantes, y especialmente vino, á la ciudad de la Laguna».

Esta centenaria tradición vitivinícola «se remonta a comienzos del siglo XVI», momento en el que los conquistadores plantaron las primeras cepas, manifiesta con enorme orgullo Juan Antonio García, alcalde de la Villa norteña. Y esa residencia del viñedo en este territorio a lo largo de los siglos explica el enorme arraigo y la importancia que la cultura vitícola representa para el municipio, «convirtiendo al vino victoriero en una de nuestras señas de identidad», subraya el regidor. Desde esa firme convicción, el Ayuntamiento acaba de editar una guía gratuita, denominada La Victoria de Acentejo. Tierra de vinos, para promocionar las bodegas locales. Esta guía ofrece información general sobre el cultivo de la vid, los paisajes agrícolas y la producción vinícola local, así como también de la historia y tradición enológica victoriera. La mayor parte de la publicación se distribuye en diferentes apartados en los que se ofrecen, de manera detallada, aspectos vinculados a cada productor, su bodega, las variedades de uva empleadas, la finca en la que se cultiva y otros datos de interés sobre sus vinos, además de indicar si poseen un guachinche o un bodegón donde degustarlos.

«Nuestra idea es la de divulgar la publicación en hoteles, oficinas de turismo y en ferias»

«Con la edición de esta guía pretendemos potenciar y poner en valor el trabajo que desarrollan los viticultores del municipio, desde los más pequeños hasta aquellos que cuentan con mayores explotaciones», destaca el alcalde. En esta primera edición, para la que el ayuntamiento victoriero ha contado con una subvención de 15.000 euros del Gobierno de Canarias, se ha contado con la participación de una pequeña muestra de productores vitícolas locales, un total de once, si bien la intención es ir incorporando más bodegas e incluso establecimientos de restauración de cara a las futuras ediciones de la guía, «con el fin de promocionar nuestra oferta enogastronómica de una manera algo más extensiva».

Esta publicación se difunde tanto en formato físico como también digital y cuenta con una tirada inicial de mil ejemplares que se irán distribuyendo gratuitamente en hoteles y oficinas de turismo, así como también en ferias y otras citas –como ocurrió recientemente con ocasión de la celebración de Gastronomika, en San Sebastián–, o bien en las dependencias del propio Ayuntamiento. Además, también puede consultarse modo online, a través de una aplicación, y en la página web municipal. «Nuestro objetivo es divulgarla, al menos, en el ámbito regional, para que así se conozca el potencial de los vinos de La Victoria para que, de esta manera, el consumidor pueda reconocerlos en los lineales de las grandes superficies y, por supuesto, en las propias bodegas», precisa el alcalde.

«El guachinche genera una importante actividad: es sustento de economías familiares»

La producción vitivinícola se considera un renglón estratégico para la economía local, por lo que esta guía representa «una nueva herramienta que nos va a permitir dar a conocer la tradición, el esmero y la enorme profesionalidad que hay detrás de nuestras bodegas», señala Juan Antonio García sobre un municipio en el que prácticamente el 98% de los vinos proceden de uva tinta, de las variedades listán negro, negramoll y en menor medida tintilla.

Ejes: viticultura y restauración

El alcalde victoriero destaca que «junto a la oferta de nuestros extraordinarios vinos, la Villa ofrece a los visitantes una completa variedad gastronómica en sus numerosos restaurantes, bodegas y guachinches». Los sectores vinícola y de restauración suponen «dos de nuestros motores económicos más destacados, que además encajan en un modelo de desarrollo sostenible que contribuye a la preservación del paisaje agrícola y de una tradición vitivinícola con siglos de historia», señala.

Precisamente, el guachinche, pese a ser un recurso temporal, «genera una importante actividad y más en estos tiempos de crisis, significándose como un sustento para las economías familiares», enfatiza el alcalde.

«Los viticultores son los jardineros del territorio, esos conformadores de un paisaje atractivo»

El sistema de viñedos en espaldera ha sustituido al modelo rastrero tradicional, lo que facilita las tareas de los viticultores, «unas personas que trabajan sin descanso», reconoce Juan Antonio García. «Son los auténticos jardineros del territorio», destaca el alcalde, los conformadores de un paisaje agrícola que representa un singular atractivo para turistas y también visitantes, que se maravillan a la vista de las espectaculares estampas de las medianías tapizadas de viñedos.

«Estamos barajando el proyecto de levantar algún mirador», adelanta el alcalde, aunque ciertamente basta dejarse llevar por la red de pistas agrícolas, caminos y senderos para caer rendido a la vista de tanta hermosura natural.

«Con cariño y desde el amor por la tradición»

Puesto a caracterizar el vino de La Victoria de Acentejo, el alcalde de esta Villa no duda en definirlo con el adjetivo de «ancestral», de esos que se transmiten «de generación en generación» y, sobre todo, diferenciándolo por su condición de ser «un producto que se elabora desde el cariño y el amor a la tradición». Admite Juan Antonio García que los procesos de elaboración han ido mejorando muchísimo a lo largo de los últimos años «y así lo acredita nuestra Oficina del Agricultor, precisamente una de las que realiza mayor número de muestras», explica. Y sostiene, además, que las pautas marcadas por este organismo «las aplica el viticultor a rajatabla», una de las razones que ha permitido potenciar su carácter diferenciador. A propósito, recuerda el concurso de vinos a granel que convoca anualmente el ayuntamiento, del que ya se han cumplido doce ediciones, «una cita sobre la que los catadores no dudan en valorar la enorme calidad de las muestras que se presentan», señala. Según explica, «se trata de un vino reconocido a nivel insular y también regional, y como administración nuestra tarea está orientada a facilitar a los viticultores todas las herramientas posibles para que mantengan este nivel». Desde el Ayuntamiento se vienen realizando numerosos esfuerzos por mantener y mejorar el sector primario.