La consejera de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García, indica que «el operativo puesto en marcha durante las noches del jueves y del viernes pasados para controlar el acceso al Parque Nacional del Teide por el fenómeno de las Perseidas ha funcionado». Añade que, vista la experiencia, «podría ser aplicado en otras circunstancias como la presencia de nieve en los meses de invierno, que suele generar también una afluencia excesiva de visitantes».

El acceso quedó cortado, explica la consejera, «cuando los aparcamientos habilitados se llenaron de coches». García valora: «La planificación se ha hecho con base a criterios de capacidad de carga de vehículos». Entiende que «el dispositivo ha salido bien dentro de las circunstancias que se pueden generar en las cumbres de la Isla».

García apunta: «Otros años esta cita astronómica ha ocasionado colapsos en las vías de circulación que conducen al parque, en algunas ocasiones con caos circulatorio y riesgo para la población y el propio espacio natural protegido». Valora: «En esta ocasión, pese a recibir a miles de personas durante dos noches, los controles de acceso han resultado disuasorios cuando ya la capacidad de carga estaba superada», Y resume: «El resultado ha sido una total fluidez en las vías de acceso al Parque».

Isabel García subraya: «Esta actividad puede generar muchos perjuicios en la protección del territorio, ya que miles de personas se desplazan hacia el Parque Nacional en un periodo muy corto y su actitud una vez allí, en muchos casos, no es responsable».

Por eso, concluye, «con la experiencia del operativo, mejoraremos en planificación y previsión de la ocupación del territorio, además de generar conciencia en la población». Los puntos de control en el Perseidas 2021 se establecieron en la TF-21 a la altura de La Caldera, en La Orotava; la TF-24 por La Esperanza, la carretera de Vilaflor y el acceso por Guía de Isora.

La noche del jueves fue la más activa. A las 22:00 horas se estableció el control de acceso al Parque y muchos vehículos tuvieron que dar la vuelta, con los espacios para aparcar colmatados. El viernes la actividad fue mucho menor y solo hubo que limitar los accesos por la vía que une Arafo con la cumbre, la TF-523.