La Villa homenajea a sus docentes

La Villa homenajea a sus docentes

La Villa homenajea a sus docentes

La Villa homenajea a sus docentes

La Villa homenajea a sus docentes

El Ayuntamiento de La Orotava celebró este martes el ya tradicional acto de homenaje a los docentes jubilados en el municipio, un total de 17 maestras y 6 maestros que han dedicado la mayor parte de sus vidas a la educación y formación de varias generaciones de canarios. Este reconocimiento correspondiente a 2020 y se tuvo que aplazar debido a las restricciones que impuso la pandemia, pero la Villa ha querido ser fiel a una cita anual que durante los últimos ocho años ha reconocido la trayectoria humana y profesional de más de un centenar de docentes.

Los homenajeados fueron María de los Ángeles Hernández Díaz, del CEIP Domínguez Alfonso; María Luisa Pérez Rodríguez, del CEIP Leoncio Estévez; José Enrique Amat Barroso, María Lourdes Díaz Herrera y Nélida Estévez Martín, del colegio de La Luz; Mirella Gómez Gómez y Lourdes Rodríguez Expósito, de La Milagrosa; Petra Candelaria Luis Hernández, José Fernando García Gómez y María Emma Paiz Rodríguez, del IES Rafael Arozarena; Marta Álvarez Fernández, del equipo de Orientación Educativa; María Candelaria Grillo Rodríguez e Isabel Díez del Corral Cabrera, del CEIP San Agustín; María Concepción Felipe, del Inocencio Sosa; Tomás Albis García Santos, del Santo Tomás; Blanca Cabrera Ascanio, José Domingo Pérez Falcón y Ramón Felipe González, del IES Villalba Hervás; María Peraza Pacheco y Rafael Gómez León, del colegio Santa Teresa de Jesús, y Alicia Camacho González, Luz Margarita Díaz Rodríguez e Isabel Dolores Hernández Padilla, del Ramón y Cajal.

De los 23 homenajeados, 17 son mujeres. Como Isabel Díez del Corral, que agradece el gesto del Consistorio y subraya que lo mejor que se lleva son sus alumnos. “Un maestro siempre tiene un niño dentro y empatizar con ellos es fundamental”, recuerda esta maestra que confiesa que “hasta el último momento” buscó “nuevas formas de dar clase” porque entendía que esta profesión “no podía ser rutinaria, ya que siempre existe la posibilidad de hacerlo un poquito mejor”. Se marcha feliz y dispuesta a seguir echando una mano a sus compañeros. “Si me llaman para ayudar en algo, no me lo pensaría dos veces”, afirma.

Lourdes Rodríguez, que también es presidenta del Club Baloncesto Valle Arautápala, valora este reconocimiento y define su profesión como la experiencia más bonita de su vida: “Siempre he tratado de comprender a los alumnos y de conocerlos bien para lograr que se motivaran. Mi objetivo siempre ha sido ayudar a todos, sin apartar a nadie. He sido una enamorada de la enseñanza, cuyo secreto considero que es llegar al alumno y que el alumno te llegue”.

Rafael Gómez de León fue otro de los docentes homenajeados y quiso poner en valor “el oficio y el trabajo de los maestros y maestras que, calladamente y sin demasiado reconocimiento, están cada día en las aulas trabajando para sacar adelante a las nuevas generaciones. Nuestra principal lucha es formar a personas capaces de alcanzar un desarrollo integral”.

Gómez ha podido conocer “casi todos los palos de la educación” y disfrutó de la etapa de infantil, donde participó en una experiencia pionera para incorporar contenidos canarios en las aulas; llegó a participar en la coordinación regional de esos contenidos canarios en las aulas; trabajó en los Programas de Garantía Social, el último asidero para alumnos descolgados del sistema, y lideró durante años el proyecto educativo de la Asociación Cultural Pinolere. Numerosas tareas que no han impedido que al final “el tiempo se haya pasado volando”.

El alcalde, Francisco Linares, valoró el papel social del docente y la relevancia de “este singular y admirable trabajo”. A su juicio, “ser maestro es una vocación que se mantiene para siempre, incluso tras una merecida jubilación, pues seguirán transmitiendo valores como el compromiso, la disciplina, el esfuerzo, el respeto y el valor de educar”. Raúl González, exedil y profesor jubilado, ejerció como padrino y subrayó que esta profesión es “una forma de ser y de vivir”.

En el homenaje de 2020 se agradeció la labor de décadas de magisterio de 17 maestras y 6 maestros de la Villa como María Candelaria, Isabel, Lourdes, Mirella, María de los Ángeles, Luisa, Nélida, Petra, Marta, Blanca, Alicia, Luz, Emma, Dolores, José Domingo, Ramón, Tomás o Rafael, entre otros. |