En la Plaza de La Paz, a escasos metros de la que fue su casa (sita en la calle que lleva el nombre de su hermano, Antonio), desde ayer Arona homenajea y recuerda de forma permanente a Eduardo Domínguez Alfonso, quien fuera el primer presidente del Cabildo de Tenerife –cargo que ocupó desde el 16 de marzo de 1913 hasta el 1 de enero de 1916– y titular de la Comisión de Sanidad (1893), periodo en el que afrontó una pandemia de cólera que asoló la Isla –entre los fallecidos que ocasionó se encontraba su hijo–, tras la cual la capital tinerfeña obtuvo el título de Muy Benéfica, gracias al coraje de sus vecinos.

Natural del casco de Arona, donde nació en 1840, se licenció en Medicina y Cirugía en Barcelona y Madrid, si bien amplió sus estudios en Lisboa, Londres, París y Berlín, antes de convertirse en responsable del Establecimiento de Segunda Enseñanza de Santa Cruz de Tenerife.

Un busto en bronce, obra del artista Fernando Mena, domina la plaza de entrada al casco urbano aronero. Ayer se procedió al acto protocolario de su descubrimiento por parte del alcalde de Arona, José Julián Mena, junto al bisnieto del homenajeado, Jorge Juan Machado. Asistieron, además, el concejal del área de Patrimonio Histórico, José Alberto Delgado, y la historiadora Carmen Rosa Pérez Barrios, autora de una biografía de Domínguez Alfonso.

Delgado resaltó el “talante conciliador de Eduardo Domínguez Alfonso”, que se vio inmerso en el pleito insular y que, su talante y su capacidad para el acuerdo, le llevó “a ser elegido primer presidente del Cabildo”. Mientras, el alcalde aronero consideró saldada una deuda del municipio y de los aroneros con uno de sus hijos y vecinos ilustres al tiempo que aludió a la condición de doctor de Eduardo Domínguez, lo que aprovechó para hacer un paralelismo con la actual situación de pandemia. En ese marco, puso en valor “la dedicación de miles de mujeres y hombres en el sector público para garantizar la seguridad sanitaria de los ciudadanos: desde los trabajadores de las residencias de mayores al personal de los hospitales y centros de salud, pasando por las fuerzas de seguridad. Todos ponen en valor la importancia que tiene lo público para los más vulnerables”.