El Consejo de Gobierno aprobó ayer nuevas medidas para evitar rebrotes de la Covid-19 durante el período navideño. Desde el día después de la publicación del decreto ley en el boletín oficial —en principio desde mañana, ya que la intención del Ejecutivo es que el decreto se publique hoy mismo—, y hasta el 10 de enero, las habituales cenas y comidas de esta época del año no podrán superar los seis comensales. Pero habrá excepciones. No cuentan los niños de entre cero y seis años y la limitación no se tendrá en cuenta en el caso de familias convivientes. Es decir, si en el domicilio viven siete personas —por ejemplo un matrimonio con tres hijos y dos de los abuelos—, los siete, claro, podrán sentarse a la mesa. Pero, además, ese máximo de seis se elevará hasta diez comensales en los días más familiares de las fiestas: Nochebuena (día 24), Navidad (25), Nochevieja (31), Año Nuevo (1 de enero) y Reyes (6 de enero).

Y tampoco se aplica el tope de diez comensales en esos cinco principales días festivos si en el hogar conviven más de ese número de personas. No obstante, no es el máximo de comensales lo único que los canarios deberán tener en cuenta, ya que el Gobierno regional también ha decidido restringir por primera vez la libertad de movimiento, lo que se conoce como toque de queda.

El toque de queda, a diferencia de la limitación de comensales en las reuniones, comidas y cenas navideñas, no entrará en vigor este sábado, sino el 23 de diciembre. Desde ese día y hasta el 10 de enero, no se podrá salir del domicilio entre la una (01:00 horas) y las seis (06:00) de la mañana. Salvo, claro está, causas de fuerza mayor, como los traslados por motivos médicos —para ir al ambulatorio o el hospital— o laborales, por ejemplo. Y también aquí hay excepciones en determinados días, aunque en este caso solo en dos: Nochebuena —la madrugada del 24 al 25— y Nochevieja —la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero. En esas dos noches el toque de queda se retrasará media hora por ser dos de las jornadas más señaladas del calendario navideño, con lo que la libertad de movimiento se restringirá entre la 01:30 y las 06:00 horas.

Los días ‘D’

Así pues, para los dos días claves o días D de las fiestas, los de las cenas de Nochebuena y Nochevieja, los isleños deben tener claras las siguientes normas básicas: un máximo de diez comensales —sin contar a los niños de hasta seis años— y en casa como muy tarde a la una y media de la mañana.

Hay que puntualizar, eso sí, que el Gobierno autonómico no descarta aprobar medidas más restrictivas en los próximos días y semanas si la situación de la epidemia empeora, sobre todo en Tenerife, que es la isla que en estos momentos preocupa “grave y seriamente” a las autoridades sanitarias de la región, tal como reconoció ayer el portavoz del Ejecutivo, Julio Pérez. Es más, el también consejero de Justicia calificó de “posible” que finalmente haya que adoptar medidas específicas en Tenerife.

Además, el Gabinete que preside Ángel Víctor Torres también aprobó y renovó medidas más allá del ámbito domiciliario. Los negocios de la hostelería —restaurantes, terrazas, bares...— tendrán que estar cerrados a cal y canto a la medianoche, no podrá haber más de seis personas en torno a una misma mesa, tendrá que respetarse una distancia mínima de dos metros entre cada una de ellas y se prohíbe fumar. También quedan terminantemente prohibidas todas aquellas actividades al aire libre que no propicien el mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal: “Ni fiestas, ni ferias, ni verbenas”, subrayó el consejero de Sanidad, Blas Trujillo. ¿Qué pasará entonces con las cabalgatas de los Reyes Magos y los portales de Belén? Pues pueden hacerse, pero en estático.

Reyes Magos

La idea es minimizar el riesgo inherente a todas esas actividades tan habituales en la época navideña pero que a la vez implican el trasiego de miles de personas. Los ayuntamientos pueden organizar cabalgatas y belenes siempre que adopten las medidas de seguridad que se les requieran y siempre que no den lugar a aglomeraciones. Los eventos culturales o incluso los de negocios de la hostelería en espacios públicos podrán también llevarse a cabo si el local cuenta con la preceptiva autorización municipal y en todo caso respetando las normas. Lo mismo en el caso de los actos religiosos, en los que sí quedan prohibidos los coros por el riesgo de la transmisión del coronavirus por aerosoles.

Con todo, las medidas para evitar rebrotes en Navidad no fueron el único asunto abordado en la mesa del Consejo de Gobierno (que duró dos horas y media más de lo previsto). Otro asunto clave fue el de los test de antígenos. Ni Torres ni su consejera de Turismo, Yaiza Castilla, están dispuestos a ceder ante el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que sigue sin atender a razones y mantiene la exigencia de que la única prueba válida para acreditar que no se está infectado sea la PCR, que puede llegar a costar hasta 150 euros y que, por tanto, puede dar la puntilla al ya de por sí vapuleado sector turístico regional.

En este sentido, el Consejo de Gobierno acordó requerir formalmente al Ministerio de Sanidad que exceptúe a la Comunidad Autónoma de la normativa estatal en lo relacionado con las PCR. En otras palabras: que de una vez por todas acepte como válidos los test de antígenos, mucho más baratos, más rápidos y tan efectivos como las PCR, o cuando menos con un nivel de fiabilidad lo suficientemente alto como para que Bruselas los considere totalmente válidos. No obstante, y en tanto llega la respuesta de Illa —a quien la ley le impone un plazo concreto para hacerlo de no más de quince días—, el Gobierno trabajará en un decreto para reglamentar el tipo de análisis al que deberán someterse los turistas, esto es, para validar los test de antígenos. Es más, Torres está dispuesto a echar un pulso al ministro aun cuando este no acceda a exceptuar a Canarias de la obligatoriedad de las PCR. No en vano, la apertura del mercado británico parece inminente, y con ella se abre también la posibilidad de salvar centenares de empresas y miles de puestos de trabajo. “Paso a paso, pero vamos a tirar hacia delante”, aseguraban fuentes del Ejecutivo al término del Consejo.

De parte de Canarias está nada menos que el Centro Europeo para la Detección y el Control de Enfermedades, que incluso va un paso más allá de lo que pide el Ejecutivo autonómico y no ve razones ni para imponer cuarentenas ni para imponer test de ningún tipo, ni siquiera los de antígenos.

Pruebas gratis para quienes regresen

El Gobierno de Canarias también aprobará en los próximos días otros dos decretos para regular y facilitar la vuelta a casa de residentes que estén fuera de las Islas y la llegada de no residentes desde la Península. En el caso de los residentes que estén fuera del Archipiélago por razones sanitarias, por ejemplo, o de estudios —la gran mayoría, de hecho, son estudiantes—, estos podrán hacerse una prueba PCR o un test de antígenos en los principales laboratorios —con los que la Consejería de Sanidad firmará los correspondientes convenios— con cargo a las arcas autonómicas; es decir, gratis. Se trata de que ese estudiante que está en Madrid, Barcelona o Bilbao pueda venir a disfrutar de la Navidad junto a los suyos sin que ello suponga una merma en la economía familiar y sabiendo en todo momento su estado de salud para evitar contagios. No obstante, el portavoz del Gobierno regional, Julio Pérez, les recomendó ayer que en los diez días anteriores a su regreso al Archipiélago limiten en lo posible la interacción social. De la medida también se beneficiarán los estudiantes en otros países, como los alumnos de Erasmus, aunque su caso podría regularse en el segundo decreto, que se coordinará con Baleares y que establecerá los mecanismos de control y análisis a los no residentes que vengan de la Península.