La Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de La Laguna, en colaboración con Luis Balbuena Castellano, catedrático de Matemáticas de Educación Secundaria, ha lanzado dos nuevas guías para descubrir los secretos matemáticos que esconde la riqueza monumental de la ciudad.

La edición de este material divulgativo se enmarca en la celebración este año del 21 aniversario del municipio como Patrimonio Mundial y se suma al resto de recursos ya disponibles para enseñar al visitante este tipo de elementos.

La edil responsable del área, Elvira Jorge, recuerda que La Laguna es la única de las 15 ciudades españolas reconocidas por la Unesco que "cuenta con una guía matemática para mostrar la presencia de esta ciencia en nuestro rico legado, que de otra forma pasaría desapercibida en una visita ordinaria y que, además, es presentada de manera lúdica, ya que se aprovechan algunas situaciones para plantear retos que entretienen y hacen más ameno el itinerario".

Este año, con la conmemoración de este vigésimo primer aniversario, "hemos querido completar los recursos disponibles con nuevos materiales divulgativos para que los vecinos, vecinas y turistas puedan conocer con mayor precisión estos elementos que forman parte de la riqueza patrimonial de La Laguna", resalta la concejala en un comunicado.

También detalla que en esta primera fase se han editado dos trípticos -uno teórico y otro práctico en castellano, inglés y alemán- que, de manera sucinta, permiten a la persona descubrir y entender las matemáticas de los bienes más relevantes de la ciudad.

Para disfrutar de estas singularidades, "no se necesita contar con sofisticados conocimientos en esta disciplina, sino que basta con los adquiridos en la escuela o, incluso, con tener cierto grado de curiosidad" y, además, Elvira Jorge avanza que en próximas fechas también se ofrecerá un folleto inclusivo de utilidad para docentes y visitantes con diversidad funcional.

A través de las guías, las personas pueden apreciar los rectángulos áureos, espirales, helicoides y rombos, entre otras figuras, de edificios tan destacados y simbólicos como el exconvento de Santo Domingo, el Ayuntamiento y el Palacio de Nava.

Luis Balbuena explica al respecto que, con este material, "el ciudadano puede admirar la belleza de la ciudad y, al mismo tiempo, captar elementos matemáticos que están ahí y que, si no se dicen, pasan desapercibidos. Además, permite hacer una enseñanza más significativa y que las personas aprendan a encontrar en otros lugares las matemáticas descubiertas".