El problema de personas sin hogar que son desalojadas de los parajes del litoral del Sur de Tenerife sin que se les ofrezca alguna opción de alojamiento por parte de las administraciones empieza a ser recurrente. Cáritas Diocesana ha remitido un informe al Ayuntamiento de Arona y a la Diputación del Común para informar de que en próximos días está previsto la retirada de 11 hombres y mujeres que han vivido en la playa de Los Enojados, que está situada en las proximidades de El Fraile. Como suele ocurrir en estos casos, después del anuncio, ya se han marchado casi la mitad. Y los que quedan se hallan en situación de grave vulnerabilidad social.

Algunos han vivido en casetas de campaña y otros, en estructuras temporales inadecuadas o autoconstrucciónes (chabolas). El asentamiento carece de red eléctrica, por lo que quienes están allí no pueden disfrutar del mantenimiento de alimentos o de los medicamentos que requieren varios de ellos, según el trabajo de campo llevado a cabo por el personal de la Unidad Móvil de Atención en la Calle (UMAC), creada por Cáritas el año pasado.

El agua la obtienen gracias a un grifo que Cruz Roja Española habilitó en el exterior de sus instalaciones, situadas a unos 300 metros, junto a la playa de Las Galletas. Y el aseo personal lo realizan en las duchas de las citada zona de baño. La mayoría de dichos residentes también van a la sede de la referida ong para recibir comida, de forma concreta, los alimentos del almuerzo y la cena.

Fuentes municipales aclaran que el desalojo no es una actuación del Ayuntamiento de Arona, sino que está impulsada por la Demarcación de Costas, pues el fenónemo de sinhogarismo se produce en zona de deslinde marítimo-terrestre. Y que, en cualquier caso, la corporación atenderá aquellos casos de exclusión o emergencia social que se detecten.

Una de las personas a las que se ha comunicado la orden de desalojo asegura que está en un terreno privado con permiso del propietario. Además, hay cuatro mujeres y seis hombres en el espacio público. De los nueve ciudadanos con los que habló el personal de la UMAC, ocho no tienen una alternativa para alojarse de forma digna. Y el último explica que tiene la opción de regresar con su familia, que está en otra comunidad autónoma.

Cinco están empadronadas en el municipio de Arona y siete reconocen que han tenido contacto con el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento, por lo que se han beneficiado en alguna ocasión de una ayuda.

Quienes viven en la playa de Los Enojados se ayudan entre ellos, por lo que no existe conflictividad, y la relación con los vecinos de las localidades próximas es cordial, en general.

En base a los testimonios recabados por la Unidad Móvil de Atención en la Calle, uno de los residentes en el enclave percibe una prestación económica y dos reconocen que hacen trabajos de economía sumergida.

Desde el punto de vista sanitario, el personal de Cáritas aprecia indicios de problemas de salud mental entre varias personas y enfermedades crónicas sin seguimiento y con dificultad para acceder a la medicación recetada. En el grupo de ciudadanos a quienes ha llegado la orden de desalojo figuran dos inmigrantes, una de origen argentino y nacionalizada italiana, así como otra natural de Senegal, que cuenta con permiso de residencia permanente y autorización para trabajar, según consta en el informe.

El documento remitido a las citadas instituciones concluye que los hombres y mujeres que van a ser desalojados carecen de ingresos suficientes para acceder a una vivienda y están en exclusión social. Además, según la UMAC, en Arona no existen viviendas sociales para atender estos casos. No obstante, el personal de Servicios Sociales sí ha actuado en ocasiones anteriores para facilitar ayuda de alimentos o transporte, así como el acceso al empadronamiento. Pero esos apoyos resultan insuficientes para erradicar el fenómeno del sinhogarismo en ese paraje. Para la unidad de Cáritas, "se debe plantear unaestrategia política que dé una respuesta efectiva" a dicha realidad, para atender las necesidades básicas y sanitarias de cada persona.