El secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias), el ingeniero agrónomo José Timón, subraya que el riego agrícola en la Isla Baja necesita más agua desalada para evitar que se repitan episodios de escasez como los que sufrió la comarca el pasado verano. A su juicio, otras alternativas como los trasvases serían más costosos y menos eficaces que dotar al Noroeste de la Isla de Tenerife de al menos una nueva desaladora con capacidad suficiente para garantizar unos niveles adecuados en la balsa de la montaña de Taco.

"Las soluciones que se plantearon para resolver la falta de agua de riego de calidad no llegaron y en el fondo ya sabíamos que sucedería así, ya que la desaladora de La Monja, que pertenece a una comunidad privada, tiene todo su caudal comprometido en los meses de verano, y la desaladora del campo de golf de Buenavista es demasiado pequeña para poder resolver el problema, pese a que las conexiones ya están hechas", detalló Timón.

La mirada puesta en 2021. Asaga Canarias considera que hay que ponerse ya a trabajar para evitar problemas en el verano de 2021. "A corto plazo, al llegar los meses en los que la demanda de riego baja, se pueden buscar soluciones provisionales, como aprovechar los excedentes de La Monja para intentar que la balsa de Taco llegue en mejor situación a los meses estivales, pero también hay que pensar a largo plazo porque la realidad es que la disponibilidad de agua de riego en la Isla Baja es deficiente en cantidad y en calidad", advierte el secretario general de Asaga Canarias.

La comunidad de La Monja tiene excedentes de agua desalada hasta el mes de abril, aproximadamente, y Balten podría impulsarla para elevar el nivel de la balsa de Taco, "que actualmente ronda el 14 o 15% de su capacidad".

Timón advierte de que esa posible solución, que pasa por un acuerdo de Balsas de Tenerife (Balten) con la comunidad de la desaladora de La Monja, "aún no se ha concretado" y lo considera una urgencia para los agricultores de la comarca. "No resolvería el problema, pero podría ser al menos un alivio", recalca.

Ampliar o construir. Timón también reconoce que la solución de futuro pasa por ampliar alguna de las desaladoras existentes o por construir una nueva con capacidad suficiente para poner fin a la escasez y baja calidad del agua que llega a la zona desde galerías como Vergara, cuya salinidad afecta a los cultivos y empobrece la calidad del suelo.

Inversión privada. La inversión privada lleva años resolviendo una parte del problema y, en la actualidad, la comunidad de La Monja está a la espera de poder ampliar su capacidad de desalación "para lo que requiere una nueva acometida eléctrica". Además, existe otro grupo de agricultores que tramita las autorizaciones pertinentes para poner en marcha una tercera desaladora privada en la Isla Baja, aunque de menor capacidad que la de La Monja.

"La desaladora del campo de golf de Buenavista del Norte tiene una capacidad de apenas 800 metros cúbicos al día, mientras que la de La Monja genera unos 7.500 metros cúbicos diarios y ha solicitado una ampliación de 2.500 metros cúbicos más", explica Timón para dejar claro que la única desaladora con capital público no puede resolver sino un mínimo porcentaje del problema actual.

Desde Asaga Canarias entienden que ha llegado el momento de planificar soluciones de futuro que podrían pasar por autorizar nuevas desaladoras privadas o por emprender la construcción de una desaladora pública cuya inversión rondaría "entre 2 y 4 millones de euros".

El verano ha sido muy complicado para los agricultores de la Isla Baja, que han sufrido los efectos de los niveles muy bajos de la balsa de Taco. Unas carencias que, incluso, han obligado a programar cortes de suministro.