Detrás del sol y playa que sirven de reclamos turísticos de Tenerife se ha localizado en los últimos meses a medio millar de sinhogares que habitan en infraviviendas precisamente en localidades que centran su tejido empresarial en dar servicio a los visitantes. Es la principal conclusión del primer estudio realizado por Cáritas Diocesana de Tenerife el pasado 25 de abril y que fue remitido a las administraciones autonómica e insular. Este censo se comenzó a elaborar desde finales del año pasado y se concluyó coincidiendo con el primer mes de la incidencia de la pandemia, por lo que en la actualidad se estima que el número de personas sin una vivienda digna supere los seiscientos casos.

El medio millar de personas que reside en infraviviendas según los datos que contempla el informe de Cáritas a fecha 25 de abril se localiza en cinco municipios de Tenerife, con especial incidencia en Adeje, con 180 casos; Granadilla, con 126; Arona, con 85; Puerto de la Cruz, con 49, y Los Realejos, con tres residentes en infraviviendas.

Úrsula Peñate, coordinadora de Acción Social de Cáritas, recuerda que hace tres años se puso en marcha en La Palma la primera Unidad Móvil de Atención en la Calle (UMAC) con el objetivo de localizar a personas que residían allí aunque no estaban empadronadas y contabilizadas, precisamente porque "los propios Ayuntamiento se niegan a darlos de alta en el padrón aunque estén viviendo en la calle, a pesar de que es una obligación que fija la ley". Se trata de personas en su mayoría indocumentadas y que rehuyen las ayudas oficiales, entre otras cosas porque para la administración no existen. Con la experiencia adquirida con la UMAC de La Palma, en julio de 2019 Cáritas Diocesana puso en marcha otras dos unidades para prestar auxilio en la calle, una en el Valle de La Orotava y otra, en el Sur de Tenerife. Gracias a este trabajo de campo se ha podido elaborar este primer censo que permite cuantificar y localizar la incidencia del sinhogarismo. "Nunca antes ha existido un diagnóstico en Canarias de estas características", precisa Úrsula Peñate, que apunta que una vez realizado este diagnóstico se le "hace una devolución a los ayuntamientos" afectados para hacerles conocedores de la realidad que habita en sus calles. Este primer censo del sinhogarismo en Tenerife se ampliará gracias a un acuerdo de colaboración entre Cáritas Diocesana y el Cabildo de Tenerife que permitirá destinar tres unidades móviles de atención en la calle para localizar nuevos casos.

Localizaciones en Tenerife

Hasta finales de abril pasado, medio millar de personas habitaban en cuevas, casetas, chabolas, viviendas abandonadas, cuartos de aperos y coches que se localizaban en cinco municipios de Tenerife. Son los casos de Puerto de la Cruz, donde se registran ocho asentamientos; Los Realejos, con dos localizaciones en los que habitan personas sin hogar; Adeje, con cuatro emplazamientos, Arona, con tres ubicaciones; y Granadilla, con especial afecciones en cinco zonas del municipio.

Adeje. Cáritas tiene localizadas a un total de 180 personas que hacen su vida en las zonas del barranco del Agua, donde 'habitan' 50 sinhogar; Exit Palace, con 20 'residentes'; la carretera de acceso de El Puertito, con 30 casos, o La Caleta, con 80. Estos 'vecinos de la calle' habitan en tiendas, cuevas, coches, chabolas, infraviviendas y caravanas; en la mayoría de los casos carecen de agua, alimentación y saneamiento, según el informe al que ha tenido acceso EL DÍA. De las 180 censadas en esta zona, diecisiete recibieron atención de Cáritas; el resto son datos estimados por la organización a raíz de su trabajo de campo y visita al lugar.

Granadilla. 126 personas residen en infraviviendas en el municipio de Granadilla, en cinco localizaciones diferentes, caso de la calle Ramal; una vía próxima a la zona del Hermano Pedro; y los barrancos de Los Valos, Los Calderones y La Barca. En infraviviendas de la zona de El Ramal habitan unas treinta personas, de las que tres han recibido atención de Cáritas; en este caso tienen agua y saneamiento. En una carretera próxima al Hermano Pedro se estima que hay 40 personas viviendo en cuevas y tiendas; en ningún caso cuentan con agua, alimento o saneamiento; la mayoría son personas mayores con problemas de salud. Otro de los asentamientos con más sinhogares se localiza en tiendas, cuevas y chabolas de Los Valos; la mitad de los treinta casos censados ya han recibido atención por parte de Cáritas. En la zona de La Charca se calcula que otras 20 personas habitan en contenedores y chabolas, algunos con problemas de salud mental y otros con enfermedades crónicas; salvo agua, carecen de alimentos y saneamiento. Solo cinco de ellos han sido atendidos por la organización de la Diócesis de Tenerife.

Arona. En solo tres asentamientos localizados por Cáritas Diocesana se localizan 85 personas, según los cálculos estimados, de las que seis personas han aceptado el acompañamiento y la atención que se le ofrece, como en otros casos. La zona de Los Tarajales congrega a medio centenar de sinhogares, según el censo de Cáritas, que habitan en los locales abandonados del centro comercial que se localiza en el lugar; solo dos de ellos han recibido atención. Cuentan con agua, alimentos y saneamientos aunque presentan diferentes patologías según la primera valoración. Otra zona que reúne a una treintena de personas sin recursos se localiza en la playa de El Fraile, cerca de la avenida del Atlántico. Cuatro han sido atendidas. Residen en tiendas de campañas y algunos en situación administrativa irregular; tienen agua y alimentos, pero no saneamiento. El tercer enclave localizado, en la zona de la calle Chasna, también en Arona, donde se levanta un edificio en construcción en el que reside una quincena de personas; solo tienen agua y no han recibido atención.

Puerto de la Cruz. La ciudad turística del Norte de la Isla es donde más asentamientos dispersos de sinhogar se localiza; un total de ocho zonas, si bien es el cuarto municipio por número de personas afectadas, con una previsión de 49, donde la mayoría han aceptado la intervención de Cáritas. El principal núcleo de sinhogar se localiza en el Edificio Íders, donde 21 de las 25 personas localizadas han sido atendidas. Allí carecen de agua y saneamiento, pero cuentan con alimentos. Menor incidencia se registra en el barranco de San Felipe, con seis personas y todas acogidas al servicio de la organización de la Diócesis de Tenerife. Ocurre igual con los cinco sinhogar del Hotel Internacional o los de las zonas de Hospitén, La Paz, Barranco de Martiánez -con cuatro casos en cada uno de estos enclaves- o dos personas atendidas en Playa Jardín que viven en tiendas de campaña instaladas en espacio público.

Los Realejos. El quinto municipio censado en el mapa del sinhogarismo realizado por Cáritas es Los Realejos, donde se registran tres casos en dos lugares. En Icod el Alto residen dos personas en tiendas de campañas y una en El Toscal; todas ellas han recibido atención de Cáritas.

Úrsula Peñate destaca el trabajo de campo realizado por el personal y los voluntarios de Cáritas, que han ido al encuentro de los sinhogar para ofrecerle recursos a través de lo que denomina vínculos de confianza con los usuarios. En este sentido insiste en que el medio millar de casos censados por la organización de la Diócesis de Tenerife se registraron al inicio del confinamiento, y asegura que por los datos que tienen en su poder se podría haber elevado a un total de seiscientas personas en los dos últimos meses.

Junto a casos crónicos, de aquellos que han hecho de la calle su hábitat, destaca el caso de personas que en las últimas semanas se han acercado a pedir ayuda a los recursos de Cáritas: caso de artesanos o personas que subsistían gracias a la economía sumergida y que para la administración pública no existía, una población que ha aflorado tras el Covid-19.

Recursos alojativos temporales

Tomando como referencia los datos de Cáritas referidos al año pasado, cuando no existió la incidencia del virus, desde esta organización de la Iglesia Católica se prestó auxilio a 375 personas en los siete recursos alojativos temporales que prestan.

Café y Calor. Desde el confinamiento, este recuerdo que se localiza en la avenida de Bélgica de la capital tinerfeña ha pasado de ser centro de mínima exigencia a estar operativo las 24 horas del días, dando cobertura a una veintena de personas. Hasta el 14 de marzo que se decretó el estado de alarma, se daba cobertura solo en horario nocturno. Con la cuarentena, se han aplicado las medidas sanitarias para garantizar que nadie duerma a menos de dos metros de distancia uno del otro.

Guajara. Atendía a nueve personas hasta antes del confinamiento, un período que se ha aprovechado para realizar obras de reforma para garantizar una ocupación que dignifique a las personas y que está previsto que reabra sus puertas en un mes.

María Blanca. Recurso alojativo que regenta Cáritas Diocesana en Puerto de la Cruz y que atienden a catorce personas.

San Antonio de Padua. Servicio que presta Cáritas en el municipio de Granadilla de Abona que oferta dieciséis plazas.

Ciprés. Una docena de mujeres están acogidas a esta prestación que tutela Cáritas en la capital tinerfeña.

Lázaro. Prestación se apoyo para una docena de personas (plazas) que se presta en La Laguna.

Atacaite. Servicio para diez familias de Cáritas, en su mayoría madres con niños.

En paralelo a estos recursos, desde la organización de la Diócesis se presta auxilio a mayores de 65 años en los pisos del programa Magarza, que carecen de los cursos económicos suficientes.

Algo similar ocurre con el programa Idafe, que son viviendas en este caso para familias a las que se presta ayuda; en total son cuatro pisos que habitan familias monoparentales y que se les presta este servicio para facilitar su reinserción a la vida laboral.

Úrsula Peña recuerda la nueva situación económica que afecta a personas que perciben ayudas económicas básicas, de 420 euros, y que luego se enfrentan a un alquiler de 400 euros, con lo que se quedan sin recursos para afrontar el pago básico de los recibos del agua o la luz, sin incluir la básica alimentación para sobrevivir. Esta situación abre otra brecha en la sociedad, personas que tienen ingresos mínimos pero insuficientes para salir adelante. Ahí es donde, de nuevo, Cáritas juega un papel fundamental para servir de apoyo a las familias y personas sin recursos, e incluso acompañándolas en su reinserción a la "vida normal", buscando tanto vivienda como un puesto de trabajo, para hacer posible que la atención a pie de barranco se torne en una estabilidad familiar. Planea ahora la incertidumbre para el centenar de usuarios de los albergues provisionales que se instalaron en cuatro localizaciones de Santa Cruz, La Laguna, Arona y Granadilla, pues con el fin del estado de alarma que les garantizó un techo, su forma de vida volverá al kilómetro cero. Dirección: la calle, sin número.