¿Cómo ha vivido las últimas semanas? ¿Han cambiado mucho su vida y sus hábitos?

El primer momento fue un verdadero shock. Ya veníamos un poco acelerados desde el asunto del hotel de Adeje, pero de repente se precipitó todo. Las primeras semanas fueron de locura. Fue un auténtico calvario conseguir la orden de cierre [de los hoteles] para evitar problemas mayores, pero al final se logró. Luego empezaron otros retos. Ha sido una locura, también con los temas personales, con mis niños. Trabajo desde por la mañana temprano y se me hacen las doce de la noche. Uno pierde la noción del tiempo, muchas charlas por skype, por zoom, por meeting y, sobre todo, el teléfono, con el Ministerio, con compañeros de otras regiones, políticos de toda índole...

Asumió la presidencia de Cehat en vísperas de esta crisis. ¿Ha pensando en algún momento dónde me he metido

Bueno, eso no se puede controlar. Hay que intentar hacerlo lo mejor posible, que para eso nos presentamos. Es un reto poder estar en un momento como este intentando ayudar en la medida de lo posible. Estoy seguro de que si cada uno intenta ayudar dentro de su sector saldremos todos mejor.

Han pasado más de dos meses desde el brote del virus que obligó a aislar el hotel de Adeje. ¿Se actuó como se debía?

El tiempo nos ha dado la razón. Se actuó de forma exquisita. Había gente que decía que era una locura cerrar el hotel y que iba a perjudicar la imagen del destino. Yo no. La postura de Ashotel fue hacer lo que Sanidad marcase. Primero estaba la salud de las personas y la incidencia que podía tener eso en la isla. Eso fue un entrenamiento que nos puso en guardia para poder afrontar lo que vino después, que fue una verdadera avalancha de repatriaciones. Tenemos que destacar algo a lo que no se le ha dado suficiente valor: vaciamos el destino en cinco días sin un solo altercado, sin un solo problema, sin un solo brote. Fue una muestra de profesionalidad, saber hacer y empatía que en muy pocos sitios se ha podido ver. Sé de casos de españoles que en otros países los han llevado prácticamente a campos de concentración y en los que ha habido serios problemas para repatriarlos.

Habíamos tenido un anticipo con la repatriación de turistas tras la quiebra de Thomas Cook

No fue solo eso. Luego tuvimos el problema de la calima, que también fue para no dormir. Llevamos una sobre otra. Hemos dado muestras de que somos un destino maduro, donde la responsabilidad está por encima de todo.

El turismo

Si no se recupera el sector turístico, Canarias se hunde, ténganlo claro. Estamos hablando a nivel nacional de ir a un 21% de paro, de una bajada del PIB de dos cifras... Pues imagínense en Canarias, donde el turismo es, directa e indirectamente, el 60% de nuestra economía. Si no levanta cabeza, vamos a tener problemas serios, y no coyunturales, de unos meses, sino estructurales. Imaginemos que los ERTE se conviertan en ERE o en procedimientos concursales, que la gente pase al desempleo, pero restándole de sus meses acumulados, y que llegue un momento en que se acabe esa acumulación.

El Estado se ha comprometido a mantener los ERTE por fuerza mayor en el turismo lo que haga falta. ¿Cuánto hará falta?

Lo que hemos oído son apreciaciones por parte de representantes políticos, tanto de un lado como de otro. Hasta que no lo vea escrito en el Boletín Oficial del Estado, aunque sea a las tres de la mañana del día antes, no me lo voy a creer. Seguimos pidiendo que los ERTE por fuerza mayor sigan existiendo más allá incluso de cuando empiece la conectividad aérea, porque nuestro sector no se va a recuperar de un día para otro. Esto ocurre por cuestiones ajenas al propio sector o a la gestión que pueda hacer una empresa u otra. Si no hay un porcentaje de exoneración en los pagos de la Seguridad Social no va a haber un compromiso de mantenimiento del empleo y la gente que ahora mismo está en el ERTE pasará a situación de desempleo. El Gobierno se seguirá gastando el mismo dinero, pero acabará con algunas empresas por el camino.

Ha habido cierto malestar en otras comunidades autónomas al entender que esa prórroga de los ERTE turísticos beneficia únicamente a Canarias.

Beneficia más a Canarias, eso es verdad, porque también en Canarias la afección al sector es mayor. Tenemos un grado de aislamiento y lejanía superior a cualquier otro territorio. Las circunstancias son complicadas para todos y todos necesitan ayuda, pero hay unos que lo tienen más complicado que otros. Hay que dar una red de seguridad a todo el sector alojativo español, pero tiene que ser flexible y llegar a unas coberturas máximas allá donde más se necesita. Parece que Canarias debe tener algunos condicionantes de mayor cobertura que otros territorios españoles que pueden tener mejor conectividad aérea o capacidad de captar un turismo interior en un mercado de 46 millones de personas.

¿Los años del boom

Depende. Si dura tres o cuatro meses, supongo que sí. Si dura un año, habrá muy pocas empresas, sean pequeñas, medianas, grandes o extraterrestres, que puedan aguantar. Dependerá también de si el gobierno toma decisiones valientes o no. Hay medidas que cuestan dinero, como los ERTE, pero lo que no se va a ir en penas se va a ir en suspiros: lo que no se pague por ERTE se pagará por desempleo. La carencia de los préstamos hipotecarios no cuesta nada, solo es normativa que hay que cambiar, pero llevan dos meses y no lo han hecho. Los protocolos parece que están en camino. Hemos tenido buenas noticias y seguramente pronto las tendremos a nivel internacional. Hay cosas que se tienen que hacer para que la situación no vaya a peor. Lo bueno es que todavía no ha pasado. Lo que pase es responsabilidad nuestra y también será culpa nuestra. Por eso es tan importante que el Gobierno, en vez de tanto hablar, se ponga a hacer cosas que protejan a las empresas, porque así protegerán el empleo.

¿Están los fondos buitres al acecho de los hoteles?

Siempre lo han estado. Estas circunstancias atraen a fondos buitres, como ocurrió con la construcción y la promoción inmobiliaria [en la anterior crisis]. Luego fueron directamente a la yugular de la gente y ahora, años más tarde, nos están vendiendo lo que nos quitaron por el mismo precio cuando se lo llevaron por el 25% de su valor. No les hagamos el favor otra vez. El sistema financiero español no es el mismo ahora, es mucho más fuerte y profesionalizado, y la respuesta tiene que ser otra. Por eso estamos pidiendo la carencia de los préstamos hipotecarios y que se amplíen un año al final de sus vida.

¿Cuánto deben los turoperadores a los hoteles en Canarias?

Se habla de 250 millones. Si esa deuda no se cobra, es la ruina para muchas empresas. Los meses que los hoteles no han cobrado -enero, febrero, marzo- son los de mayor facturación. Cuando tienes el negocio cerrado y no facturas es una pena. Pero en este caso se estaba facturando y gastando y luego no se ha cobrado, y eso es todavía peor. Por eso hemos pedido al Gobierno regional y al nacional que interceda. Nosotros estamos en una situación de vulnerabilidad y es complicado pedirles responsabilidades, porque estamos condenados a volver a hablar con ellos y negociar.

Teóricamente, los establecimientos alojativos pueden abrir desde el lunes. ¿Lo hará alguno en Canarias?

Bueno, ojalá.

¿Qué hace falta para abrir, además de clientes?

Lo principal son los clientes. Lo demás está preparado. Tenemos los protocolos a falta del visto bueno del Gobierno. Sabemos lo que tenemos que hacer. Pero se nos hace muy difícil que haya alguien que se vaya dentro de su propia isla a otro sitio sin tener abiertas ni las zonas comunes. No va a haber gente para tanta cama. Así va a ser muy difícil tomar la decisión de abrir, porque no solo es abrir, sino hacerlo con ciertas garantías de que la pérdida no sea tan grande que haga que la empresa entre en quiebra.

¿Tienen una previsión de cuándo abrir puede ser medianamente rentable?

Estamos esperando a que se aprueben los protocolos a nivel internacional. Una vez que se abra el espacio aéreo creo que tardaremos muy poco. En cuestión de un mes o un mes y medio estaremos en disposición de empezar a recibir clientes con una cierta esperanza de abrir sin estallarnos. Pero lo primero que hay que pensar es que es un asunto sanitario, y quien tiene que decidir si se abre a la gente de fuera y en qué condiciones es el Gobierno de Canarias.

¿Qué protocolo internacional se implantará? Usted ha propuesto algo parecido a un código QR que certifique que el turista está libre de contagio.

Se pueden utilizar muchos mecanismos. Lo que pedimos es que haya un protocolo seguro, integrado a nivel internacional, para que los clientes que salgan, por ejemplo, del Reino Unido sepan que aquí van a tener el mismo protocolo, y que los de aquí lo sepamos cuando vayamos allí. Todo lo que hagamos para facilitar que eso sea contrastado y probado por todos los países y que los clientes se sientan más seguros nos vendrá bien, sea código QR o lo que diga Sanidad. Nosotros haremos lo que nos digan, pero que nos digan algo que todos entendamos, no solo los españoles, y sepamos todos lo que tenemos que hacer. Se está negociando en Europa después de nuestra solicitud. El Ministerio se puso a trabajar rápidamente y los demás países han entendido que una parte muy importante de la economía europea se basa en el turismo y la movilidad.

¿Estarán los canarios y el resto de los españoles en condiciones de hacer turismo después de tanto ERTE, tanto paro y de una situación como la que estamos viviendo?

Sí, claro. Ahora más que nunca. Si hacemos todo como hacemos lo de los paseos vamos a tener una cantidad de turistas impresionante, porque yo nunca había visto tanta gente paseando como estos días, cuando se ha permitido.

Pero pasear es gratis.

Bueno, depende, porque el riesgo de pasear por una calle o una plaza es el mismo que puedes tener en un hotel que tenga unas zonas comunes amplias, porque el grado de masificación es mayor. Hablo del aspecto sanitario, que es donde está el problema. Muchos canarios estábamos acostumbrados a salir fuera, a hacer vacaciones. Creo que este año mucha gente decidirá quedarse en casa, en Canarias, y puede ser una oportunidad. Sabemos que la situación de aquí, si sigue así, está medianamente controlada y por tanto tendremos más confianza.

¿Cuando finalmente salgamos de esto podremos hacerlo reforzados como destino?

Si hacemos las cosas bien, saldremos reforzados. Canarias tiene un hándicap que ahora se convierte en una fortaleza, en un atributo magnífico: que estamos aislados, separados y que, si las cosas se hacen bien, el control en este tipo de episodios, una vez se aísle, es más férreo. De ahí la importancia de los protocolos. Si controlamos el virus y que las personas que entren y salgan lo tengan controlado también, tendremos un oasis dentro de un mundo globalizado. Además, nuestras condiciones sanitarias, aunque nos quejemos mucho, son mucho mejores que en otros países competidores. Tenemos una capacidad mucho mayor que otros destinos turísticos.

¿Debe desligarse Canarias de la marca España?

La marca Canarias siempre ha sido una marca diferenciada dentro de la marca España, pero siempre tenemos que mantener ese paraguas. La marca España es un atributo positivo. Hemos sido uno de los países más afectados, pero no veo que nadie se plantee la marca EEUU, que tiene un papelón mucho peor que el nuestro. No se trata ahora mismo de echar culpas a nadie o de ser más o menos español. Esto no solo le está pasando a España. Lo que tenemos que hacer es aprovechar lo bueno de la marca España y poner todavía más en valor lo bueno que tiene la marca Canarias de manera independiente.

¿Teme que el alquiler vacacional, por sus características, gane terreno a hoteles y apartamentos después de todo esto?

No, pero no sería un temor. Cada uno tiene su espacio y la gente tendrá que elegir entre un producto u otro, como en cualquier otro momento. Ambos tienen sus atributos positivos. Yo defiendo mucho más los del colectivo que represento. La vivienda vacacional en Canarias está inventada desde hace un montón de tiempo y se llama apartamentos turísticos, que ahora tienen una oportunidad de tener una recuperación más rápida, puesto que mezclan la capacidad de ir a tu aire con unas ciertas posibilidades de utilizar unas zonas comunes, que en breve plazo se podrán habilitar. Lo mejor de esto es que se hará en un ambiente controlado, aplicando unos protocolos, con sus pólizas de seguros, con profesionales a cargo y con un control más exhaustivo.

¿Cambiarán tanto el mundo y el turismo tras la epidemia como a veces pensamos?

Creo que se nos está yendo un poco la pinza. Estamos pensando en que nuestros clientes no van a subir a un avión. ¿Por qué? Esto es un asunto sanitario que necesita una solución, que no será de un día para otro. Vamos a tener que acostumbrarnos a convivir unos meses, esperemos que los menos posibles, con este virus, como convivimos con otros. Ya no estamos desprevenidos y sabemos lo que hay que hacer para detenerlo, para controlar posibles nuevos focos. A medida que la confianza vaya llegando a la sociedad volveremos a darnos abrazos y besos, a estar en las terrazas tomando copas, a salir y a pasarlo bien, que para eso también es la vida, y a hacerlo en un entorno controlado.