Irene Fabro Jiménez, de 8 años, alumna de tercero de primaria del CEIP Santo Tomás de Aquino, en La Orotava, cuya directora es Cathaysa Felipe, ha hecho posible que sus compañeros de colegio disfruten de un banco de la amistad, un lugar de encuentro e integración. Una iniciativa simbólica, que surgió en 2012 en EEUU, que pretende fomentar la empatía entre los escolares y luchar contra el acoso, la tristeza y la soledad de los más pequeños.

Con la ayuda de su padre, Antonio Fabro, y su madre, Teresa Jiménez, Irene trasladó la propuesta del banco de la amistad contra el acoso escolar y por la integración de todos desde las redes sociales al patio de su colegio, situado junto a la rotonda de El Recodo.

Su familia, y el resto de familias de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos 1 de Octubre del CEIP Santo Tomás de Aquino, han hecho posible que el centro disponga de un banco al que podrán acudir todos los niños y niñas que en algún momento se sientan solos, tristes o maltratados. Solo con el gesto de sentarse en este colorido banco, mandarán a todos sus compañeros un mensaje claro: buscan y necesitan apoyo. La solidaridad de los niños y las niñas de este centro hará el resto.

Irene Fabro explicó ayer en 'Buenos Días Canarias', en Televisión Canaria, que su banco servirá para que "cuando un niño se sienta solo o triste pueda sentarse para que los demás vayan a ayudarle y a hablar con él".

Junto a su madre, descubrió la idea en la red social Facebook y decidieron trasladarla a través de una carta dirigida a su maestra Ani, que respaldó la iniciativa desde el principio, con el apoyo de la directora Elizabeth. Miembros de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos se encargaron de aportar los palés y de pintar y decorar este nuevo banco de la amistad.

Antonio Fabro, padre de Irene y presidente del ampa, declaró ayer a EL DÍA que su objetivo es que "todos los colegios del municipio y del resto de las Islas tengan uno". Ya tienen noticias del interés de poner esta iniciativa en marcha en colegios cercanos como el CEIP Leoncio Estévez, en el barrio de La Florida, o el CEIP Inocencio Sosa, en San Antonio.

Fabro explicó ayer a EL DÍA que este proyecto surgió el pasado mes de septiembre y que, a raíz de la iniciativa de su hija, los mayores se fueron implicando: "Son ellos, los más pequeños, los que nos abren los ojos con este tipo de cosas que a nosotros se nos escapan".

El primer banco de la amistad del que se tienen referencias mediáticas fue idea de la joven estadounidense Acacia Woodley, quien la planteó en 2012 en su colegio de Florida, cuando tenía 10 años. Esta niña norteamericana, que nació sin la mano derecha y con una deformidad en la izquierda, apostó hace siete años por un banco "para que todos los niños tuvieran con quien hablar". En septiembre de este año, una carta de una escolar de Burgos hizo de nuevo viral esta iniciativa por la integración, que ahora llega a La Orotava para quedarse y expandirse gracias a Irene.