La sede de la Guardia Civil de Radazul Alto, el denominado Tricornio, continúa sin uso y esperando por el Estado tras su reforma. En esa situación acumula ya nueve meses. "El esfuerzo ha sido tan grande que hemos dejado a un lado las instalaciones de la Policía Local para tener el cuartel de la Guardia Civil, y ahora llevamos nueve meses sin respuesta", lamentó el alcalde de El Rosario, Escolástico Gil.

Concretamente, el líder de Iniciativa por El Rosario-Verdes (IR-Verdes) indicó que el Consistorio aguarda desde que entregó la obra en diciembre de 2018. "El Rosario sigue a la espera de que la Secretaría de Estado de Interior y la Delegación del Gobierno lo abran de una vez por todas", manifestó.

La historia del inmueble comenzó en 2004, cuando fue construido. Sin embargo, hasta la actualidad no se ha utilizado para nada. En el pasado mandato, el gobierno local decidió llevar a cabo los referidos trabajos para terminar de adecuarlo y que, finalmente, pudiese albergar, entre otras dependencias, un puesto para la presentación de denuncias, oficina de atención a los detenidos y calabozos.

Gil señaló que lo más reciente es que el Ayuntamiento ha actuado en los exteriores del edificio para mejorar los aparcamiento. "Estamos preocupados", expresó el regidor local, que recordó que las dependencias han sido concedidas "en principio por 25 años, y hasta un máximo de 75".

"El Rosario ha apostado, y lo ha hecho de tal manera que dio prioridad a remodelar el cuartel de la Guardia Civil de Radazul frente a las propias instalaciones de la Policía Local, para las que ahora se está redactando el proyecto", abundó. "Esperemos que en breve se pueda hacer la obra y poner a la Policía Local de El Rosario en las condiciones de trabajo que se merece", agregó sobre esa otra infraestructura del municipio.

El político rosariero también apuntó que se trata de una "demanda histórica" y que los vecinos se tienen que desplazar a la Comandancia de Ofra a hacer "cualquier tipo de gestión". Además, sostuvo que es una obra pagada con los impuestos de los vecinos. "A nosotros nos garantizaron que esto se abría y por eso el malestar que existe en El Rosario ante el silencio de la Administración y ante las pocas explicaciones que se pueden dar a la opinión pública en un asunto tan sensible como este, que es la seguridad", argumentó Escolástico Gil.