La Asociación Ecologista Salvar La Tejita detectó ocho "falacias" en las afirmaciones realizadas por la empresa promotora del hotel que se construye en Sotavento (Granadilla de Abona), Viqueira. Entre ellas, que los trabajos se realizan tras el replanteo del deslinde marítimo-terrestre realizado por Costas entre los y entre los vértices cuestionados en el procedimiento de revisión del deslinde. Para Salvar la playa, "las obras se están ejecutando en base al deslinde de 2002, no en base a los vértices del deslinde en revisión".

Además de defender que la legislación determina que "la incoación del expediente de deslinde implicará la suspensión del otorgamiento de concesiones y autorizaciones en el dominio público marítimo-terrestre y en su zona de servidumbre de protección", la asociación responde a la advertencia de la empresa sobre uso de medidas legales de persistir en el uso de "coacciones y amenazas" indicando que "si se entiende por coacción y amenaza utilizar las vías legales para exigir la actuación de las administraciones competentes, seguiremos hasta agotar todas las vías y conseguir devolver estos terrenos al uso y disfrute público".

La parcela donde pretenden construir el hotel "forma parte de un pasillo arenoso que conecta las playas de La Tejita y El Chinchorro". Cuando EN 2002 se procedió a colocar el vallado metálico se registró "una afección importante a la circulación de la arena", por lo que "la construcción de un hotel bloquearía aún más tal circulación, amén de destruir el pasillo arenoso (campo dunar) que conecta ambas playas".

Para Salvar la Tejita, "intentar vender este proyecto como una obra de integración en la naturaleza es, cuanto menos, un insulto a la sostenibilidad".

Rechaza este colectivo la afirmación de la promotora de que "hemos cumplido escrupulosamente todos los requisitos y normas para la obtención de las licencias necesarias". Lo hace recordando que "en marzo de 2016, las palas de la empresa entraron (sin ningún tipo de licencia) a destruir las dunas dentro de la zona de servidumbre de protección". Un hecho denunciado entonces que motivó la paralización de unos trabajos que la promotora vendió como "de refuerzo del vallado", pero "por el camino arrasaron el 100 % de las dunas y no tocaron los metros de vallas en mal estado que lindan con el paseo marítimo".