Junji Ito representa el terror nipón llevado a su terreno más extremo. Pero los devotos de su obra se sorprenderán con este título que, basado en una novela de Osamu Dazai, muestra una faceta algo más existencialista. Como si de un guión de una de la primeras películas de Herzog se tratara, pero conservando su estilo tétrico, este Indigno de ser humano refleja la vida de Yôzô que, tras esforzarse al máximo para aprender a hacer payasadas, vive cada día penosamente, pensando siempre en morir.