Uno de los tres hombres implicados en el secuestro a una trabajadora y el atraco a una joyería del municipio de Tacoronte el pasado lunes pasó en la jornada de ayer a disposición de la autoridad judicial, que ordenó su ingreso en prisión. El individuo fue detenido por agentes de la Guardia Civil varias horas después de la comisión de dichos delitos en el Sur de Tenerife.
El arrestado fue identificado como Néstor D.P.P., de 42 años de edad y conocido por el alias de El Tortilla entre las fuerzas de seguridad. Dicha persona acumula un amplio historial delictivo y, hasta ahora, le constaba un domicilio en la zona de Granadilla de Abona.
Investigadores del Instituto Armado consiguieron arrestarlo en el Sur de Tenerife, en base a los indicios recogidos durante las pesquisas, de forma concreta en el núcleo de La Camella (Arona). Y ayer, en primer lugar, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Arona, que se inhibió a favor del Juzgado de Instrucción número 1 de La Laguna, que es el competente en este asunto, pues el suceso ocurrió en Tacoronte.
Para llevar a cabo el secuestro de la trabajadora de la joyería, el ahora acusado y sus dos compinches utilizaron un Citroën Berlingo de color gris, pero le pusieron placas de matrícula que habían sido robadas a otro vehículo en el Sur de la Isla, según los datos que trascendieron.
La comisión del robo con violencia e intimidación, así como la retención ilegal de la víctima, se divulgó de forma rápida por las redes sociales, puesto que algunos vecinos grabaron la salida de los ladrones del establecimiento y la fuga de los autores en el mencionado vehículo. La persona que conducía el Berlingo, que llevaba puesta una sudadera de color blanco con capucha era Néstor D.P.P., según trascendió.
La empleada del negocio fue sacada a la fuerza de su coche en un aparcamiento de un supermercado en el centro de Tacoronte y a la misma supuestamente le pidieron las llaves para acceder a la referida joyería. Cuando los individuos accedieron al local, saltó el sistema de alarma del establecimiento. Los efectos de valor que pudieron conseguir los implicados los metieron en una bolsa de basura de color negro.
